viernes, 24 de abril de 2009

infancia y juventud

INFANCIA Y JUVENTUD

Nació el 13 de noviembre de 354 en Tagaste. Su padre, llamado Patricio, era aún pagano cuando nació su hijo. Su madre, Santa Mónica le enseñó a su hijo los principios básicos de la religión cristiana y al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino del cristianismo se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Sus padres eran ciudadanos de buena posición, aunque no muy ricos. De esta unión nacieron tres hijos: Agustín, otro hijo varón llamado Navigio y una hija, Perpetua, que había de ser abadesa.

San Agustín estaba dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia. Se destacó en el estudio de las letras. Mostró un gran interés hacia la literatura, especialmente la griega clásica y poseía gran elocuencia. Durante sus años de estudiante en Cartago desarrolló una irresistible atracción hacia el teatro. Allí mismo en Cartago se destacó por su genio retórico y sobresalió en concursos poéticos y certámenes públicos. Aunque se dejaba llevar ciegamente por las pasiones humanas y mundanas, y seguía abiertamente los impulsos de su espíritu sensual y mujeriego, no abandonó sus estudios, especialmente los de filosofía. El propio Agustín hace una crítica muy dura y amarga de esta etapa de su juventud en sus Confesiones.

A los diecinueve años, la lectura de Hortensius de Cicerón despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedica de lleno al estudio de la filosofía. Además, será en esta época cuando el joven Agustín conocerá a una mujer con la que mantendrá una relación estable de catorce años y con la cual tendrá un hijo: Adeodatus, nombre que significa dado por Dios.


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